La Torre dels Escipions, es una torre de caracter funerario construida a mediados del siglo I d.c por el Imperio Romano en las afueras de la antigua ciudad romana de Tarraco. Declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una de las tres torres funerarias romanas mejor conservadas de la Península Ibérica.

Está construida con sillares rectangulares, en el cuerpo intermedio hay dos relieves que representan al dios de Frigia Atis divinidad de la muerte y la resurrección, hijo de Pessinunte. Un error en su identificación que confundía estos dos relieves con los hermanos Escipión, le da nombre. En este mismo nivel se encuentra la cámara funeraria que cobijaba el ajuar del difunto.

Tiene una base que mide 4,40 x 4,70 m.

El Aqüeducte de les Ferreres, conocido popularmente como El Pont del Diable, es un acueducto construido el el sigo I aC por el Imperio Romano. Su misión era abastecer de agua a la capital de la Província Citerior denominada por el emperador Augusto como Colonia Iulia Urbs Ttriumphalis Tarraco que hoy conocemos como Tarragona.

Con sus 217 metros de longitud y una altura de 27 metros dispone de dos pisos de arcos superpuestos, distribuidos en 11 arcos en el piso inferior y otros 25 más en el piso superior.

Actualmente este acueducto ha sido restaurado y es visitado por centenares de personas.

De fácil acceso, está situado en la partida de les Ferreres, junto al Mas dels Arcs, a tres kilómetros escasos de la ciudad de Tarragona.

El Pont del Diable, es uno de los acueductos más monumentales de la época Romana. A principios del siglo pasado fue declarado como Bien Cultural de Interés Nacional y en el año 2000 se le otorgó el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.